En este concurso el mayor esfuerzo estuvo en asentar un programa que debía funcionar para personas mayores con dependencia severa en una parcela con un desnivel de 20 m en una superficie de 9.600 m2.

Se propuso un edificio con un frente escalonado paralelo a la calle, con tres accesos a distinto nivel donde se distribuyen los usos comunes, y dos alas oblicuas, paralelas a las curvas de nivel, para los cinco módulos residenciales.

Las dos alas dividen la parcela en tres zonas. En la más alta y abrupta se dejará la vegetación natural que la cubre. En la zona central se crea una plataforma horizontal ajardinada, para uso de los residentes. La zona baja se destinará a acceso rodado, con aparcamiento al aire libre en bancadas.